IMPORTANCIA
DE TOMAR DECISIONES
Una de las características fundamentales de los
directivos es la capacidad y facultad de tomar decisiones. Un buen director se
cataloga en gran medida su eficacia si es proactivo y asertivo en sus
decisiones.
El punto de partida es saber esta facultad esta ligada
con el ejercicio de la libertad y que por lo tanto termina en una
responsabilidad, incluso si se decide no decidir o delegar dicha decisión la
responsabilidad o la pelotita esta en nuestro tejado. Lo primero que se tiene que tomar en cuenta
es que a cualquier decisión siempre trae aparejada una consecuencia y que en
ocasiones estas consecuencias pueden ser irreversibles. Y OJO: aun tomando una
decisión adecuada podrán haber resultados adversos, ya que en ocasiones
intervienen causas ajenas de la cuales no se puede tener total control y a este
respecto es importante estar siembre siempre en una actitud de apertura y
volver a tomar una nueva decisión. Ejem
el cine.
CLASIFICACION:
Las decisiones se pueden
clasificar teniendo en cuenta diferentes aspectos, como lo es la frecuencia con
la que se presentan, sus circunstancias y sus consecuencias.
CON RESPECTO
A SU FRECUENCIA:
Decisiones
programadas
Son aquellas que se toman
frecuentemente, es decir son repetitivas y se convierte en una rutina tomarlas;
como el tipo de problemas que resuelve y se presentan con cierta regularidad ya
que se tiene un método bien establecido de solución y por lo tanto ya se
conocen los pasos para abordar este tipo de problemas, por esta razón, también
se las llama decisiones estructuradas. La persona que toma este tipo de
decisión no tiene la necesidad de diseñar ninguna solución, sino que
simplemente se rige por la que se ha seguido anteriormente.
Las decisiones programadas se
toman de acuerdo con políticas, procedimientos o reglas, escritas o no
escritas, que facilitan la toma de decisiones en situaciones recurrentes porque
limitan o excluyen alternativas.
Por ejemplo, los gerentes rara
vez tienen que preocuparse por el ramo salarial de una empleado recién
contratado porque, por regla general, las organizaciones cuentan con una escala
de sueldos y salarios para todos los puestos. Existen procedimientos rutinarios
para tratar problemas rutinarios.
Las decisiones programadas se
usan para abordar problemas recurrentes. Sean complejos o simples. Si un
problema es recurrente y si los elementos que lo componen se pueden definir,
pronosticar y analizar, entonces puede ser candidato para una decisión
programada. Por ejemplo, las decisiones en cuanto a la cantidad de un producto
dado que se llevará en inventario puede entrañar la búsqueda de muchos datos y
pronósticos, pero un análisis detenido de los elementos del problema puede
producir una serie de decisiones rutinarias y programadas. En caso de Nike,
comprar tiempo de publicidad en televisión es una decisión programada.
En cierta medida, las
decisiones programadas limitan nuestra libertad, porque la persona tiene menos
espacio para decidir que hacer. No obstante, el propósito real de las
decisiones programadas es liberarnos. Las políticas, las reglas o los
procedimientos que usamos para tomar decisiones programadas nos ahorran tiempo,
permitiéndonos con ello dedicar atención a otras actividades más importantes.
Por ejemplo, decidir cómo manejar las quejas de los clientes en forma
individual resultaría muy caro y requeriría mucho tiempo, mientras que una
política que dice “se dará un plazo de 14 días para los cambios de cualquier
compra” simplifica mucho las cosas. Así pues, el representante de servicios a
clientes tendrá más tiempo para resolver asuntos más espinosos.
Decisiones
no programadas
También denominadas no
estructuradas, son decisiones que se toman en problemas o situaciones que
se presentan con poca frecuencia, por ejemplo: “la implementación de una nueva
materia”, en este tipo de decisiones es necesario seguir un modelo de toma de
decisión para generar una solución específica para este problema en concreto.
Las decisiones no programadas
abordan problemas poco frecuentes o excepcionales. Si un problema no se ha
presentado con la frecuencia suficiente como para que lo cubra una política o
si resulta tan importante que merece trato especial, deberá ser manejado como
una decisión no programada. Problemas como asignar los recursos de una
organización, , cómo mejorar las relaciones con la comunidad –de hecho, los
problemas más importantes que enfrentará los directores –, normalmente,
requerirán decisiones no programadas.
Conforme se sube en la
jerarquía de una organización, la capacidad para tomar decisiones no
programadas o no estructuradas adquiere más importancia, ya que son este tipo
de decisiones las que atañen a esos niveles. Por tanto, la mayor parte de los
programas para el desarrollo de gerentes pretenden mejorar sus habilidades para
tomar decisiones no programadas, por regla general enseñándoles a analizar los
problemas en forma sistemática y a tomar decisiones lógicas.
A medida que se baja en esta
jerarquía, las tareas que se desempeñan son cada vez más rutinarias, por lo que
las decisiones en estos niveles serán más estructuradas (programadas).
Con respecto
a sus Situaciones o contextos
Las situaciones, ambientes o contextos en los
cuales se toman las decisiones, se pueden clasificar según el conocimiento y
control que se tenga sobre las variables que intervienen o influencian el
problema, ya que la decisión final o la solución que se tome va a estar
condicionada por dichas variables.
Ambiente de
certeza
Se tiene conocimiento total
sobre el problema, las alternativas de solución que se planteen van a causar
siempre resultados conocidos e invariables. Al tomar la decisión sólo se debe
pensar en la alternativa que genere mayor beneficio.
La información con la que se
cuenta para solucionar el problema es completa, es decir, se conoce el
problema, se conocen las posibles soluciones, pero no se conoce con certeza los
resultados que pueden arrojar.
En este tipo de decisiones,
las posibles alternativas de solución tienen cierta probabilidad conocida de
generar un resultado. En estos casos se pueden usar modelos matemáticos o
también el decisor puede hacer uso de la probabilidad objetiva o subjetiva para
estimar el posible resultado.
La probabilidad objetiva es la
posibilidad de que ocurra un resultado basándose en hechos concretos, puede ser
cifras de años anteriores o estudios realizados para este fin. En la
probabilidad subjetiva se determina el resultado basándose en opiniones y
juicios personales. Ejem presupuesto financiero, recontratar a un
extrabajador. Problemas que ya han
pasado.
Ambiente de
incertidumbre
Se posee información
deficiente para tomar la decisión, no se tiene ningún control sobre la
situación, no se conoce como puede variar o la interacción de la variables del
problema, se pueden plantear diferentes alternativas de solución pero no se le
puede asignar probabilidad a los resultados que arrojen. (Por esto, se lo llama
"incertidumbre sin probabilidad").
Con base en lo anterior, hay
dos clases de incertidumbre:
- Estructurada: No se sabe que puede pasar entre diferentes
alternativas, pero sí se conoce que puede ocurrir entre varias
posibilidades.
- No estructurada: No se sabe que puede ocurrir ni las probabilidades
para las posibles soluciones, es decir no se tienen ni idea de que pueda
pasar.
Ejem. Un
caso nuevo, inédito; un estudiante subió un video inapropiado.
URGENTES: se requiere tomar en
el menor tiempo. Ejem en un incendio. Un accidente.- el caso de la maestra que
reporta que un niño esta aventando piedras. Pero a veces se piensa que un
decisión entre mas pronto se tome es mejor y no siempre es así, un estudio
realizado por la universidad de Ohio ha demostrado que solo el 10% de las decisiones
son en verdad urgentes y que de ese 10% solo el 1% requiere de una reacción
inmediata. (pero esto depende también de los principios, para una mujer, el
comprar unos zapatos puede ser urgente y compra los primero que vio sin
importar el precio) esto tiene una razón: la incertidumbre produce ansiedad y
la ansiedad produce impulsividad. Ejem los exámenes orales.
PRIORITARIAS aquellas que se
de mayor importancia o con consecuencias trascendentes ejem el despido de un
trabajador
SECUNDARIAS aquellas de consecuencias
menos graves ejem aplicar una sanción disciplinaria.
DE ACUERDO A LAS PERSONAS QUE
INTERVIENEN:
DECISIONES INDIVIDUALES
DECISIONES COLEGIADAS
DECISIONES DELEGADAS:
OJO: Aunque sea delegada la responsabilidad
es de quien delega
Proceso de toma de decisiones
La toma de decisiones es el proceso mediante el cual
se realiza una elección entre las alternativas o formas para resolver
diferentes situaciones de la vida, estas se pueden presentar en diferentes
contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial (utilizando
metodologías cuantitativas que brinda la administración), etc.,
es decir, en todo momento se toman decisiones,
Para tomar una decisión, no importa su naturaleza, es
necesario conocer, comprender,
analizar un problema, para así poder darle solución; en algunos casos por ser
tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se
soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las
consecuencias de una mala o buena elección puede tener repercusiones en la vida
y si es en un contexto laboral en el éxito o fracaso de la organización, para
los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más
seguridad e información para resolver el problema.
La separación del proceso en
etapas puede ser tan resumida o tan extensa como se desee, pero podemos
identificar principalmente las siguientes etapas:
Identificar
y analizar el problema
Comentar la anécdota del perro
y la víbora…
Esta etapa consiste en
comprender la condición del momento, es decir encontrar el problema y reconocer
que se debe tomar una decisión para llegar a la solución de este. El problema
puede ser actual, porque existe una brecha entre la condición presente real y
la deseado, o potencial, porque se estima que dicha brecha existirá en el
futuro.
En la identificación del
problema es necesario tener una visión clara y objetiva, y tener bien claro el
término alteridad, es decir escuchar las ideologias de los demás para así poder
formular una posible solución colectiva.
Para
tomar buenas decisiones es importante tomar una adecuada y completa
información. Existen 3 errores muy comunes que cometemos muchas veces al tomar
decisiones, te sugiero tomes en cuenta estos aspectos para que no los cometas.
Los 3 aspectos están íntimamente ligados con la información que recibes
para decidir.
1. No Informarse: No informarse es igual que caminar a ciegas, pero es un
error muy frecuente que comentemos la mayoría de las personas y sabes por qué?
porque muchas veces nos adelantamos a los hechos y prejuzgamos, creemos saber
ya como son las cosas, creemos que es innecesario preguntar, consultar y por
ende muchas veces nos equivocamos y actuamos mal. Recuerda que no hay pregunta
tonta, “tonto es aquel que se queda con la duda” Te digo esto porque muchas
veces nuestro “ego” no nos deja preguntar puesto que creemos que al preguntar
nos colocamos en desventaja, o estamos demostrando nuestra falta de
conocimiento, sabes? Todos aprendemos algo a diario, y el atreverse a preguntar
o consultar contrario a lo que muchas personas creen demuestra Seguridad e
Interés por parte de quien pregunta. Los errores por no informarse pueden ser
sin exagerar "fatales" te imaginas un paciente alérgico a la
penicilina y que el médico no pregunte si lo es?, te imaginas una empresa
funcionando sin conocer cuáles son los aspectos legales a tramitar para su
adecuado funcionamiento?, de hecho siendo más realista te pregunto, alguna vez
tomaste una decisión equivocada y la razón fue porque no te tomaste el tiempo
de informarte bien para saber qué hacer, ves por eso es muy importante que te
informes antes de decidir y actuar. Recuerdo a un amigo que termino con su
novia porque la vio en el parque conversando muy amenamente con otro joven, y
luego supo que era su primo que andaba de visita.
2. Informarse mal: Ya concluimos que es importante que te informes para
decidir correctamente, pero te imaginas que pasaría si te informas con la
persona menos indicada, o que consultes equivocadamente, por ejemplo que le
pidas ayuda en matemáticas al profesor de ingles, o que le preguntes una
dirección a alguien que no conoce la ciudad?, ves esto quiere decir que no solo
debes informarte y ya!, sino que también debes informarte sabiamente, debes
consultar en sitios, libros, lugares, y personas correctas.Un buen consejo, si
quieres ser empresario pregúntale a quien ya lo es, si quieres ser chef,
pregúntale a quien ya lo es, aprende e infórmate de los que ya lograron lo que
tú quieres alcanzar. Recuerdo que perdí un parcial en la universidad una vez
porque le pregunte a uno de mis compañeros la fecha de nuestro próximo parcial
y él me dio una fecha equivocada, el día del examen no me presente y cuando
supe lo sucedido ya no podía hacer nada, no tenia excusa, a partir de ahí, supe
que tenía que ir a la facultad y preguntar ahí, o buscar personalmente al
profesor o al auxiliar. La responsabilidad no fue de mi compañero, ni la culpa
fue de él, simplemente que él como yo también se informo mal, le pregunto a la
persona menos indicada.
3.
Informarse a medias: Esto también es un error fatal, porque es similar a leer
un libro a medias, ver una película a medias y especular cual puede ser el
final, este error es muy común en nuestras conversaciones personales, porque
muchas veces no dejamos que las personas terminen de hablar o de expresar lo
que nos quieren decir, asumimos que ya sabemos que nos van a decir y
respondemos, juzgamos, y actuamos mal.O cuando leemos un manual o instructivo a
medias porque suponemos que ya sabemos cómo hacer las cosas.Te ha pasado alguna
vez que preguntas por un producto o servicio en un establecimiento comercial,
te dicen que si lo tienen, lo solicitas y luego cuando te llega la factura
resulta ser más costoso de lo que imaginaste, y te molestas? Pero sabes cual
fue tu error? Que no preguntaste antes cuanto costaba, como puedes ver, solo te
informaste a medias y decidiste sin conocer todos los detalles.
4.- Tendencias, prejuicios y
mal manejo de emosiones : ejem. Sancionar a un familiar, a un amigo(a) ser muy
pesimista, muy optimista, ser poco abierto (ideático) etc.
En las organizaciones, que se
encuentran sometidas constantemente a la toma de decisiones, la información
adquiere un rol fundamental, y por ello un valor inigualable.
Identificar
los criterios de decisión y ponderarlos
Consiste en identificar
aquellos aspectos que son relevantes al momento de tomar la decisión, es decir
aquellas pautas de las cuales depende la decisión que se tome, estas pautas
dependen de los principios, los valores y los objetivos personales o de la
institución
La ponderación, es asignar un
valor relativo a la importancia que tiene cada criterio en la decisión que se
tome, ya que todos son importantes pero no de igual nivel. Ejem decidir entre
la el valor de la puntualidad y la tolerancia cuando un alumno llega
injustificablemente tarde. Por eso es muy importante tener bien establecido las
políticas, los principios y valores en una institución. Como principio, siembre
es superior aquello que nos hacen mejores personas a nosotros y a las personas
que nos rodean. Ejemplo el titanic aposto mas a la estética y a la rapidez que
a la seguridad de sus pasajeros.
Muchas veces, la
identificación de los criterios no se realiza en forma consciente previa a las
siguientes etapas, sino que las decisiones se toman sin explicitar los mismos,
a partir de la experiencia personal de los tomadores de decisiones.
En la práctica, cuando se
deben tomar decisiones muy complejas y en particular en grupo, puede resultar
útil explicitarlos, para evitar que al momento de analizar las alternativas se
manipulen los criterios para favorecer a una u otra alternativa de solución.
Definir la
prioridad para atender el problema
La definición de la prioridad
se basa en el impacto y en la urgencia que se tiene para atender y resolver el
problema. Esto es, el impacto describe el potencial al cual se encuentra
vulnerable, y la urgencia muestra el tiempo disponible que se cuenta para
evitar o al menos reducir este impacto.
Generar las
alternativas de solución
Consiste en desarrollar
distintas posibles soluciones al problema. Si bien no resulta posible en la
mayoría de los casos conocer todos los posibles caminos que se pueden tomar
para solucionar el problema, cuantas más alternativas se tengan va ser mucho
más probable encontrar una que resulte satisfactoria.
De todos modos, el desarrollo
de un número exagerado de alternativas puede tornar la elección sumamente
dificultosa, y por ello tampoco es necesariamente favorable continuar
desarrollando alternativas en forma indefinida.
Para generar gran cantidad de
alternativas es necesaria una cuota importante de creatividad. Existen
diferentes técnicas para potenciar la creatividad, tales como la lluvia de ideas, las
relaciones forzadas, etcétera.
En esta etapa es importante la
creatividad de los
tomadores de decisiones.
TIP: SIRVE MUCHO ESTABLECER
ENTRE LOS MIEMBROS DE UNA ORGANIZACIÓN QUE A DETECTAR UN PROBLEMA O UN
RIEZGO LO COMUNIQUE A SU DIRECTOR
SIEMPRE ACOMPAÑADO CON TRES POSIBLES SOLUCIONES.
Evaluar las
alternativas
Consiste en hacer un estudio
detallado de cada una de las posibles soluciones que se generaron para el
problema, es decir mirar sus ventajas y desventajas, de forma individual con
respecto a los criterios de decisión, y una con respecto a la otra,
asignándoles un valor ponderado.
Como se explicó antes según
los contextos en los cuales se tome la decisión, esta evaluación va a ser más o
menos exacta.
En esta etapa del proceso es
importante el análisis crítico como cualidad del tomador de decisiones. Sin
caer en exceso. (parálisis por el análisis)
TIP: EN ESTA ETAPA SE PUEDE
PEDIR LA OPINION A PERSONAS CONOCEDORAS DE LA MATERIA, A QUIENES LE TOCARIA
APLICAR Y AFECTAR LA DECISIÓN.
TIP: EN UNA INSTITUCION ES
IMPORTANTE CONTAR CON UN CONSEJO CON CARACTERISTICAS Y PUNTOS DE VISTA
DIFERENTES. (CADA QUIEN PUEDE FORMAR SU PROPIO CONSEJO)
Elección de
la mejor alternativa
En este paso se escoge la
alternativa que según la evaluación va a obtener mejores resultados para el
problema.
Existen técnicas (por ejemplo,
a de los tres sombreros: inteligencia, integridad
moral, e intuición)
En todos los casos siempre
deberán participar estos tres elementos.
Los siguientes términos pueden
ayudar a tomar la decisión según el resultado que se busque:
- Maximizar: Tomar la mejor decisión posible.
- Satisfacer: Elegir la primera opción que sea mínimamente aceptable
satisfaciendo de esta forma una meta u objetivo buscado.
- Optimizar: La que genere el mejor equilibrio posible entre
distintas metas.
Aplicación
de la decisión
Poner en marcha la decisión
tomada para así poder evaluar si la decisión fue o no acertada. La
implementación probablemente derive en la toma de nuevas decisiones, de menor
importancia.
Es importante antes de aplicar
una decisión vender tu idea a quienes podría afectar
Evaluación
de los resultados
Después de poner en marcha la
decisión es necesario evaluar si se solucionó o no el problema, es decir si la
decisión está teniendo el resultado esperado o no.
Si el resultado no es el que
se esperaba se debe mirar si es por que debe darse un poco más de tiempo para
obtener los resultados o si definitivamente la decisión no fue la acertada, en
este caso se debe iniciar el proceso de nuevo para hallar una nueva decisión.
El nuevo proceso que se inicie
en caso de que la solución haya sido errónea, contará con más información y se
tendrá conocimiento de los errores cometidos en el primer intento.
Además se debe tener
conciencia de que estos procesos de decisión están en continuo cambio, es
decir, las decisiones que se tomen continuamente van a tener que ser
modificadas, por la evolución que tenga el sistema o por la aparición de nuevas
variables que lo afecten.
COMO ESTRATEGIA PARA TOMAR
BUENAS DECICIONES SE SUGUIERE LAS SIGUIENTES:
-
Desarrollar las virtudes
cardinales y educar el carácter.
-
Definir claramente la
jerarquía de valores, principios, objetivos o prioridades.
-
Conocer el problema de manera
realista y objetiva. No prejuzgar, ser tendenciosos.
-
Evitar la impulsividad y desarrollar
la creatividad se sugiere tener entre 3 a 4 alternativas, aun en las que son
urgentes.
-
.
¿Por
qué nos cuesta tanto tomar decisiones?
El problema de la indecisión nace en la niñez.
Muchos padres no entrenan a sus hijos adecuadamente para que aprendan a tomar
decisiones sabias. Con las mejores intenciones, toman decisiones por sus hijos
y no les explican cómo funciona el proceso mental que es necesario conocer para
analizar una situación y resolverla con éxito.
Por un lado tienen temor de que sus hijos
tomen decisiones equivocadas y se lastimen, y, por otro lado, consideran que es
mucho más práctico tomar las decisiones por sus hijos, ya que ellos tienen más
experiencia.
¡Craso error! Ni las buenas ni las malas
experiencias se pueden transferir. Y queremos que nuestros hijos estén
preparados para la vida con una buena cantidad de ambas bajo la manga. Tarde o
temprano llegará el día en que los padres ya no podrán tomar las decisiones por
ellos y no tendrán las habilidades adecuadas para enfrentar los desafíos
propios del diario vivir.
Tenemos que entrenar a nuestros hijos a tomar
decisiones sabiamente. Por un lado hay que darles un buen fundamento de
principios de vida, para que se puedan guiar por ellos. Por otro lado, hay que
tomarse el tiempo de permitirles tomar sus propias decisiones.
Es importante darles el espacio para cometer
errores. En vez de reprocharlos cuando tropiezan, hay que tomarse el tiempo de
enseñarles en qué se equivocaron y luego conversar con ellos cómo evitar un
error la próxima vez. Así aprenderán a tomar decisiones certeras y no tendrán
miedo de equivocarse a la hora de tener que tomarlas.
Si usted no tuvo la suerte de tener padres que
le enseñaron a tomar decisiones y es un adulto indeciso hoy en día, le quiero
enseñar cuales son las tres razones de la falta de decisión y qué hacer al
respecto:
LAS TRES RAZONES PRINCIPALES
POR QUÉ NO TOMAMOS DECISIONES Y QUÉ PUEDE HACER AL RESPECTO
1. TEMOR AL FRACASO
Uno de los mayores obstáculos para un
emprendedor es el miedo al fracaso. Cada vez que nace una idea para un
proyecto, el temor alza su cabeza fea y propone una serie de desenlaces fatales
que lo desalientan.
De pronto la idea ya no es tan brillante y el
emprendedor se desanima, si sigue meditando en los posibles malos resultados.
Y justamente ahí está la clave. No hay que
enfocarse en una posible derrota.
Es verdad que todo negocio tiene su riesgo y
es importante educarse para aprender a medirlo adecuadamente, pero jamás se
podrá eliminar en su totalidad.
2. FALTA DE IDEAS
Otra razón por la cual no se toman decisiones
es por no saber con exactitud qué hacer.
Debido a los métodos de educación empleados en
la mayoría de los establecimientos educacionales, estamos demasiado
acostumbrados a seguir complacientemente las instrucciones de otros en vez de
tener iniciativa y motivación propia.
¿Adónde
se fue la creatividad?
El espíritu emprendedor, que yace en todo ser
humano, se queda dormido mientras la mente humana se programa para seguir la
agenda propuesta por los demás en forma pasiva. Éste proceso, a lo largo de los
años, lleva a una pérdida en la iniciativa y la creatividad en las personas.
Es interesante la siguiente observación:
Hallmark Cards, una de las empresas
productoras de tarjetas más conocidas de E.E.U.U., hizo una encuesta en los
colegios con el fin de usar dibujos de niños en sus tarjetas.
Al preguntar a niños de primer grado si
querían participar en el proyecto, todos levantaron las manos. En dos cursos
más arriba era apenas la mitad del curso y en quinto grado solo unos 3 alumnos
osaron levantar la mano al hacerse la misma pregunta.
¿Qué pasó en ese par de años?
La mayoría de los niños llegaron a creer que
su aporte no sería valioso. En sus mentes, la creatividad necesaria para
elaborar una tarjeta ya no estaba a su alcance.
¡Lo bueno es que la creatividad nunca se
pierde! El ser humano es un creador innato, ya que fuimos hechos a la imagen de
nuestro Creador.
Nuestro espíritu emprendedor, que yace dormido
en nosotros, puede ser revivido. Es cosa de alimentarse con la información
correcta. Esta puede provenir de libros, cursos o de mentores que nos inspiran
a soñar de nuevo y a reconectarnos con ese motor creativo que Dios puso en cada
uno de nosotros.
Todo ser humano tiene un sueño, tiene ideas.
La mejor manera de escarbarlas de los rincones remotos de nuestra mente es en
tomarse un tiempo tranquilo, lejos del mundanal ruido y de pasar tiempo con
Dios y su Palabra. Así nos podemos dar la oportunidad de meditar sobre nuestro
propósito en la tierra y sobre lo que queremos haber logrado al final de
nuestras vidas.
3.
Dejar las cosas para mañana
Es un mal hábito. Y es un engaño. El dejar las
cosas para mañana nos deja con la idea de que estamos activos, ocupados en
planificar algo, pero, en realidad, estamos estancados y no avanzamos.
Para vencer este mal hábito, hay que
disciplinarse y obligarse a salir de su zona de confort. Cuando llega el
momento para tomar acción, ¡hay que actuar!
Las personas de éxito son personas que toman
acción todo el tiempo. ¿Se equivocan? Si, muchas veces. Pero avanzan, en vez de
quedarse estancados en una zona de confort que los mantendrá cautivos en un
nivel que es inferior a sus capacidades.
LAS BASES PARA UNA FIJACION DE METAS: no debe confundirse la fijación de
metas con los sueños, con el dejarse llevar por la fantasía. Las metas son el
preludio de la acción, un camino a recorrer. Son un ejercicio del deseo de
liderazgo personal. Para fijar, pues, las metas hay que seguir unas pautas y
seguir unas reglas:
METAS PERSONALES Y CONCRETAS: cada líder, a la hora de establecer unos
objetivos, ha de procurar forjarse para su acción unas metas en las que él
realmente crea y que al mismo tiempo sean concretísimas. A menos que sus metas
estén basadas en sus propios valores internos, ni siquiera podrá visualizarlas
correctamente. Las metas deben ser aquellas realidades en las que uno cree.
Pero, al mismo tiempo, han de ser muy concretas. No se puede en un liderazgo
perseguir un objetivo etéreo. Cuanto más concretas las metas, más fácil de
analizar, conseguir y obtener.
CLASES DE METAS:
no todas las metas son iguales. No todas tienen iguales poderes de
automotivación. Algunas están a mano, y otras quedan lejos. Unas metas versan
sobre cosas, otras sobre el cambio de la persona. Algunas son claras y nítidas,
y otras son difíciles de conceptualizar. Por todo ello es necesario darles un
orden adecuado que ayude a su consecución.
METAS A CORTO PLAZO: ayudan mucho a
adquirir confianza en sí mismo. Mientras a más corto plazo sean, más motivación
se suele tener. Y, si se alcanza una meta importante, el entusiasma aumentará.
También ayudan a subir un escalón y a .tener una visión más amplía de lo que se
quiere. sin embargo, no hay que confundir nunca estas metas con metas pobres.
No hay meta sin reto, Son a corto plazo en el sentido del tiempo requerido,
pero no en cuanto al esfuerzo. A pesar de todo, es importante no habituarse a
trabajar sólo con metas a corto plazo.
METAS A LARGO PLAZO: un líder es una persona que sabe mirar hacia el
futuro. el futuro, no sólo para contemplarlo, sino para afrontar con una serie
de objetivos a lograr. Es signo de gran madurez en el liderazgo saber plan
futuro. En la visión de un líder las metas a largo plazo constituyen una
necesidad. Hay realidades que sólo se pueden conseguir a largo plazo. Las metas
a largo plazo exigen un trabajo detallado, previsor, paciente a corto plazo,
que cristaliza a largo plazo en metas grandes, eficaces y atractivas. Quien no
sabe esperar, dejará que se pierdan grandes bienes.
METAS TANGIBLES: metas tangibles: Hay en la vida metas fácilmente
visualizables, que nacen de necesidades inmediatas o urgentes. Nada le cuesta
al que tiene hambre, formular la meta de conseguir comida. En estas metas
tangibles se proyectan en el campo del liderazgo aquellos objetivos más claros
y necesarios que tiene un líder, sea a corto o largo plazo. Es algo que se toca
y que, por tanto, se siente con urgencia. Es importante saber catalogarlos y
dedicar a ellos la energía necesaria para salir adelante en el liderazgo.
METAS INTANGIBLES: se trata de metas
más profundas, no siempre visualizables, pero demasiado importantes para lograr
un objetivo. Para un presidente municipal es más fácil visualizar la necesidad
de pavimentar una calle con baches, que pensar en un programa de elevación de
las costumbres morales de la población. Pero ciertamente, el líder que no es
capaz de ahondar en profundidad en la orientación de su liderazgo puede
terminar por ser un líder mediocre. Hay que conocer demasiado bien lo que se
busca, para poder fijar metas también adecuadas.
PARA LA FIJACION DE METAS SE SUGUIERE QUE ESTAS TENGAN LAS SIGUIENTES
CARACTERISTICAS:
SMART
Specific (especificas / concretas)
Measurable (medibles)
Achievable (alcanzables)
Realistic (realistas)
Timely (a tiempo / oportunas y
prioritarias)
METAS ESPECIFICAS Y CONCRETAS: las metas será mas clara cuando se pueda
definir. Ejem meta ser mejor persona.
Definir que es “mejor persona” no nos baya a pasar como el chiste del
mago: ya no quiero ver a mi suegra.
METAS Medibles: si lo que perseguimos no podemos dividirlo en pasos
específicos y medibles, es mas difícil alcanzar lo que no podemos ni
definir. Una buena pauta que puedes
tomar para saber si realmente tu objetivo es concreto y medible, es poder o no,
explicárselo a cualquier persona claramente y en pocas palabras. Ejem resultado de evaluaciones externas.
METAS ALTAS PERO REALISTAS: Para la elegir metas es necesario partir
de un análisis actual y luego visualizar
a donde se quiere llegar y el como llegar. Hay en la vida metas muy altas, pero
al mismo tiempo son realistas. De hecho, además, una meta alta es más fácil de
alcanzar que una pobre. Mientras más pobres es la meta, menor será su valor
motivaciones. Ejem un paseo de fin de
ciclo a cancún. El realismo implica también el saber esperar para lograr un
objetivo con un grupo humano.. Ahora bien, también el realismo tiene mucho que,
ver con lo que un líder espera de aquellos a los que lidera.
A TIEMPO: discernir si se esta en el tiempo adecuado para dicha meta.
METAS DECRETADAS POR ESCRITO: Nos ayudan a mantenernos en el camino hacia
el progreso y a eliminar las distracciones e interrupciones.
Útiles para medir el progreso en el esfuerzo.
Forma de retroalimentación para medir resultados.
Clarifica el propósito y la decisión.
Nos obliga a actuar.
METAS POSITIVAS: una meta, expresada negativamente, quita a un liderazgo
una cierta eficacia. Una responsable de equipo, ante un problema de
puntualidad, hallará más respuesta en dicho equipo, si sabe formular
positivamente una meta que acabe con la impuntualidad que si simplemente dice:
"no hay que ser impuntuales". Emocional y mentalmente ayuda más una
idea positiva, aunque exija esfuerzo y lucha, que una idea negativa. A una
persona que hace dieta le ayudará más imaginarse a sí misma esbelta, flaca y
sana, que pensar en los 20 kilos que ha de bajar de peso.
ASPIRACIÒN:
deseo fuerte, anhelo, objetivo, ambición.
Meta u objetivo deseado.
Si tus aspiraciones son realistas o fácilmente alcanzables, debes buscar
aspiraciones más grandes. Las metas son para las cosas reales, las aspiraciones
son para los tiempos de soñar.
Los recursos son los medios tanto físicos como emocionales, con los que
contamos para alcanzar nuestra meta
. ALGUNOS CONSEJOS
UTILES PARA LA TOMA DE DESICIONES
1 NO TENGA MIEDO A LAS CONSECUENCIAS
YA SEA QUE SE DEBA ELEGIR ENTRE UN AUTO nuevo y una casa mejor, o incluso
con quién casarnos, la mayoría de las decisiones implica un pronóstico:
imaginamos cómo nos harán sentir las opciones que tenemos, y casi siempre
elegimos la que creemos que nos hará más felices. Sin embargo, este “pronóstico
afectivo” es incorrecto. La gente suele sobreestimar los efectos, buenos o
malos, de sus decisiones. “El placer derivado de la mayoría de los hechos es menor
y más efímero de lo que suponemos”, señala el psicólogo Daniel Gilbert, de la
Universidad Harvard. Esto se aplica a hechos tan banales como ir a comer afuera
o tan serios como perder un trabajo.
Una causa importante de que pronostiquemos mal es la aversión a perder: la
idea de que una pérdida nos dolerá más de lo que nos complacería una ganancia
equivalente. Sin embargo, Gilbert demostró que si bien este miedo influye en la
toma de decisiones, cuando una persona en efecto sale perdiendo, la experiencia
le resulta mucho menos dolorosa de lo que temía.
¿Qué hay que hacer entonces? En vez de volver la mirada hacia dentro e
imaginar cómo lo hará sentir determinada decisión que usted tome, busque a
alguien que haya optado por la misma alternativa y vea cómo se sintió. No se
olvide de que, sin importar lo que le depare el futuro, sin duda le dolerá o
complacerá menos de lo que se imagina.
2 CONFÍE EN SU INTUICIÓN
AUNQUE SUELE CREERSE QUE TOMAR BUENAS decisiones exige tiempo, a veces una
elección intuitiva resulta igualmente buena o mejor. Janine Willis y Alexander
Todorov, de la Universidad de Princeton, observaron que tardamos una décima de
segundo desde que vemos una cara nueva para formarnos un juicio sobre lo
competente, fiable, agresiva, simpática y atractiva que es una persona. Si nos
dan más tiempo —hasta un segundo—, antes que rectificar nos reafirmamos en
nuestros juicios instantáneos.
Es razonable suponer que cuanta mayor información tiene usted sobre una
cuestión, más racionales serán sus decisiones al respecto. Paradójicamente, a
veces cuanta más información tenga, mejor resultado obtendrá si confía en su
intuición.
Ap Dijksterhuis, de la Universidad Radboud, de Holanda, observó que cuando
un grupo de compradores de artículos sencillos, como ropa, consideraban las
distintas opciones, semanas después quedaban más satisfechos con sus
decisiones. Sin embargo, tratándose de artículos más complicados, como muebles,
quienes confiaban en su intuición quedaban más contentos.
El investigador concluye que esta toma de decisiones inconsciente también
puede aplicarse a ámbitos como la administración y la política.
3 CONSIDERE SUS EMOCIONES
SE DIRÍA QUE LOS SENTIMIENTOS SON ENEMIGOS de la toma de decisiones, pero
en realidad son esenciales a ella. Decidir pone en marcha el sistema límbico,
centro emocional del cerebro. Al estudiar a pacientes con daño en este sistema,
el neurobiólogo Antonio Damasio, de la Universidad del Sur de California,
observó que no podían decidir cuestiones tan básicas como qué comer o cómo
vestirse. Según él, esto puede deberse a que el cerebro guarda recuerdos
emotivos de las decisiones pasadas y los usa para tomar las presentes.
No obstante, decidir bajo el efecto de una emoción puede afectar el
resultado. En un estudio, Nitika Garg, de la Universidad de Mississippi, y
Jeffrey Inman y Vikas Mittal, de la Universidad de Pittsburgh, observaron que
los consumidores enojados tendían a aceptar lo primero que se les ofrecía en
vez de considerar otras opciones.
Aparentemente, el enojo nos vuelve impulsivos, egoístas y afectos a correr
riesgos. Como los sentimientos afectan nuestro juicio y nuestra motivación, es
mejor no tomar decisiones importantes mientras se está bajo la influencia de
alguno. Sin embargo, por raro que parezca, hay una emoción que parece ayudarnos
a decidir mejor. Los investigadores estadounidenses observaron que las personas
tristes se tomaban su tiempo para analizar las opciones que tenían, y
terminaban eligiendo las mejores. De hecho, muchos estudios indican que los
individuos deprimidos tienen la visión más realista del mundo. Los psicólogos
incluso han acuñado un término para designar esta visión: realismo depresivo”.
4 HAGA DE ABOGADO DEL DIABLO
¿ALGUNA VEZ HA DISCUTIDO CON ALGUIEN sobre un tema polémico y se ha sentido
frustrado porque su interlocutor recurría sólo a pruebas que respaldaban su
propia opinión y hacía caso omiso de cualquier argumento que la rebatiera? Esta
actitud, llamada prejuicio de la confirmación omnipresente, constituye un
problema cuando nos hace creer que estamos tomando una decisión sopesando las
alternativas, cuando en realidad ya hicimos una elección que queremos
justificar.
Decidir bien es algo más que aferrarse a los datos y cifras que apoyan la
opción por la que ya nos hemos decidido. Sin duda, buscar pruebas que pudieran
demostrarnos que estamos en un error es un proceso doloroso. “Deberíamos
admitir que es muy difícil ser del todo objetivos”, señala el psicólogo Raymond
Nickerson, de la Universidad Tufts, en Massachusetts. “Quizá nos convendría
reconocer que ese prejuicio existe, y que todos lo tenemos”. Así, por lo
menos, sostendremos nuestros puntos de vista de manera menos dogmática y
decidiremos con mayor humildad.
5 CUIDADO CON LAS COMPARACIONES
A VECES BASAMOS NUESTRAS DECISIONES en datos y cifras irrelevantes. En un
estudio clásico sobre este efecto del punto de comparación, Daniel Kahneman y
Amos Tversky pidieron a los participantes calcular el porcentaje de los países
africanos afiliados a la ONU. Antes de responder debían hacer girar una rueda
con números del 0 al 100 y decir si el número resultante era mayor o menor que
dicho porcentaje. Los sujetos del estudio no sabían que la rueda estaba
manipulada para detenerse en el 10 o en el 65. Aunque este hecho no tenía
relación con la pregunta, influyó mucho sobre las respuestas. Los participantes
a quienes les tocó el 10 calcularon un 25 por ciento, en promedio, mientras que
aquellos a quienes les tocó el 65 calcularon un 45 por ciento. Aparentemente,
pues, las respuestas se basaron en el giro de una rueda.
Lo mismo ocurre cuando vemos artículos con etiqueta de “rebajado” en un
comercio: utilizamos el precio original como punto de comparación para juzgar
el rebajado, que entonces nos parece una ganga, aunque en términos absolutos no
lo sea. ¿Cómo podemos vencer este efecto? “Es muy difícil evitarlo”, admite el
psicólogo Tom Gilovich, de la Universidad Cornell. Una estrategia podría ser
utilizar puntos de comparación que lo contrarresten, pero aun eso es difícil.
“Como no sabemos cuánto nos ha afectado el primer punto de comparación, es
difícil neutralizarlo”, agrega.
6 NO LAMENTE LO IRREMEDIABLE
¿USTED ES DE LAS PERSONAS QUE EN EL FONDO del armario guardan una prenda
que ya no les queda? Ocupa espacio útil, pero se niegan a desecharla porque les
costó una fortuna. La fuerza que motiva esta mala decisión se llama la falacia
de la inversión cuantiosa. En los años 80 Hal Arkes y Catherine Blumer, de la
Universidad Estatal de Ohio, demostraron la facilidad con que nos dejamos
engañar por ella.
Hicieron creer a un grupo de estudiantes que les vendían reservas para un
viaje de fin de semana a un lugar de esquí por 100 dólares. Luego les
ofrecieron un viaje más barato —de 50 dólares— a un centro turístico de mejor
calidad. No fue sino hasta después de que los estudiantes hubieron pagado las
reservas cuando se les dijo que ambos viajes tendrían lugar el mismo fin de
semana, y que debían decidirse por uno. Por extraño que parezca, la mayoría
eligió el viaje menos atractivo y más caro debido a la mayor suma ya invertida en
él.
La razón de esto es que cuanto más gastamos en una cosa, más comprometidos
nos sentimos con ella. La inversión no tiene que ser económica. ¿Quién no ha
perseverado en la lectura de un libro aburrido mucho después de que le habría
convenido desistir? Para evitar que esto influya en sus decisiones, no se
olvide de que llega un momento en que debemos abandonar los empeños
infructuosos.
7 CAMBIE SU ÓPTICA
A VECES TOMAMOS DECISIONES irracionalmente influidas por la manera en que
se presentan las opciones. Este efecto, llamado del planteamiento, explica por
qué preferimos los bocaditos con “el 90 por ciento menos grasas” a los que se
anuncian con “un 10 por ciento de grasas”. Sentimos una marcada atracción por
las opciones que parecen entrañar ganancias, y aversión por las que parecen
representar pérdidas.
En un estudio publicado en 2006, Benedetto De Martino y Ray Dolan, del
University College de Londres, observaron la reacción del cerebro a este efecto
con tomografías de resonancia magnética. Las imágenes mostraron una actividad
muy intensa en la amígdala (parte del centro emocional del cerebro) cuando la
persona se dejaba llevar por el planteo. Los individuos menos susceptibles
presentaron la misma actividad en la amígdala, pero fueron más hábiles para
suprimir esta reacción emocional inicial al poner en juego otra región, la
corteza prefrontal orbital y medial, que tiene fuertes conexiones con la
amígdala y con zonas relacionadas con el pensamiento racional. De Martino
señala que las personas con daños en dicha corteza tienden a ser más
impulsivas.
Aunque lo anterior no significa que podamos aprender a sustraernos a este
efecto, es importante saber que existe, agrega De Martino. La experiencia y la
educación pueden contrarrestarlo, y aun los más propensos a él podemos hacer
algo para evitarlo: analizar nuestras opciones desde varios ángulos.
8 EVITE LA PRESIÓN SOCIAL
Aunque usted se considere un individuo resuelto, nadie es inmune a la
presión social. En 1971, un experimento que se realizaba en la Universidad
Stanford, en California, se tuvo que interrumpir cuando un grupo de estudiantes
que representaban el papel de celadores de una prisión empezaron a ejercer
violencia psicológica contra otros que representaban a los presos. Desde
entonces los estudios han demostrado que los grupos de individuos que comparten
intereses tienden a convencerse de adoptar posturas extremas, y que tienen
mayores probabilidades de tomar decisiones arriesgadas que quienes actúan
solos. Estos efectos explican en parte la peligrosa conducta de las pandillas y
el radicalismo de los fanáticos.
¿Cómo evitar la presión social negativa? En primer lugar, si cree que va a
tomar una decisión sólo por complacer a su jefe, piénselo mejor. Si pertenece a
un grupo, nunca dé por sentado que sabe más que usted, y si todos están de
acuerdo, represente el papel de abogado del diablo. Por último, desconfíe de
las situaciones en que la responsabilidad esté distribuida entre demasiadas
personas; es en ellas donde se corre más riesgo de tomar decisiones
irresponsables.
9 REDUZCA SU GAMA DE OPCIONES
QUIZÁS USTED PIENSE QUE ES BUENO tener muchas opciones, pero considere que
se deriva más placer de un chocolate elegido entre cinco que entre 30, según la
psicóloga Sheena Iyengar, de la Universidad Columbia, en Nueva York, quien
estudia la paradoja de las opciones: aunque nos parezca mejor tener muchas, es
preferible que sean pocas.
Cuantas más opciones hay, más exigen a nuestra capacidad para procesar
información, lo que puede confundirnos, hacernos perder tiempo, aumentar el
riesgo de error y dejarnos insatisfechos con nuestra decisión.
Las personas más afectadas por esta paradoja son aquellas que estudian
detenidamente todas las opciones antes de decidir. Esta estrategia es buena
sólo si el número de opciones es reducido. En cambio, los individuos que
tienden a elegir lo primero que satisface sus necesidades sufren menos. “Si la intención
es conformarse con algo ‘razonablemente bueno’, la presión disminuye y la tarea
de elegir una opción entre muchas se vuelve más manejable”, explica Barry
Schwartz, psicólogo de la Universidad Swarthmore, en Pensilvania.
Así, en vez de buscar una cámara digital ideal, pregunte a un amigo si está
contento con la suya. Si lo está, quizás a usted también le guste, agrega
Schwartz. Aun en situaciones en que una elección le parezca demasiado
importante para conformarse con lo mínimo satisfactorio, procure limitar sus
opciones.
10 PIDA A OTRA PERSONA QUE DECIDA
SOLEMOS CREER QUE QUEDAREMOS más conformes si decidimos solos, pero a
veces, sea cual sea el resultado, el propio proceso de elegir nos deja
insatisfechos. En esos casos es preferible ceder la responsabilidad a otro.
En 2006 Simona Botti, de la Universidad Cornell, y Ann McGill, de la
Universidad de Chicago, publicaron varios experimentos sobre esta estrategia.
En uno, los individuos tenían que elegir entre varios artículos sin información
que los orientara. Cuando se les preguntó cuál era su grado de satisfacción con
el resultado y con la decisión tomada, todos dijeron estar menos satisfechos
que aquellos a quienes simplemente se les asignó una opción. La razón, según
los investigadores, es que quienes eligieron no se atribuyeron ningún mérito
aunque su decisión hubiera sido buena, y aun así la idea de no haber optado por
lo mejor los agobiaba. Aun en los casos en que se les daba un poco de
información previa (pero no la suficiente para que se sintieran responsables
del resultado), no se sentían más felices de elegir que si fuese otro el que lo
hiciera por ellos.
Según Botti y McGill, estos hallazgos tienen importantes implicaciones para
las decisiones triviales o desagradables. Deje, por ejemplo, que otro elija el
vino en el restaurante. También podría sentirse mejor si deja ciertas
decisiones en manos de un profesional. “Suele creerse que elegir produce
felicidad —concluyen—, pero a veces no es así”